sábado, 13 de marzo de 2010

Visión de vuelo



Viajar hacia un lugar especial... siempre ansié tener uno para realizarlo. Un lugar que sólo nosotros conociéramos, ella y yo...
Ahora no deseo nada y es extraño, demasiado quizás. Tengo una paz interna tal que incluso puede llegar a ser desenfrenada. Y es que ya no tengo nada de aquello que antes me causaba dolor. No están esos cristales que flotaban sobre mí y que al tocar mi piel la quemaban. No hay nada.
Por fin estoy solo... pero ese solo genial. Aquel solo con el que te sientes un ave libre de tener a quien quieras a tu lado pero que no lo requieres, ya no quieres a nadie al aldo tuyo. Y no piensas en tomar su mano y caminar juntos. No piensas en si ella piensa en ti... en si acaso le importas. No... nada.
Ya puedo hacer lo que quiera... soy un renegado de esa juventud tímida y los cuentos de amores perfectos. Ya todo me parece uan faceta cualquiera y desechable. ¡Estoy lleno de la juventud de espíritu libre! De los amantes de las artes y no de máscaras dolorosas.

Escuchar, tocar, oler, visualizar toda la escencia de vida es primordial y así felicidad alcanzar.

[Escritos, Diego Ignacio Valdés León (IXegod)]

2 comentarios:

  1. Me encantó lo que escribiste Diego.
    Esa sensación de libertad, de regocijo debe ser más que placentera.
    Yo aún estoy compartiendo con máscaras dolorosas pero anhelo el día de la libertad.
    Me gustó mucho tu blog,y tu trabajo.
    Te comenzaré a seguir ;)

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  2. nunca te habia agradecido el comentario
    bueno, nunca es tarde jaja muchas gracias :)

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